jueves, 14 de febrero de 2013

Frederick Winslow Taylor y la administración científica:

 

Grupo 1 Practica Ingeniería Industrial

Lidys Lorena Peña C
Jose Leon Villalobos
Lesly Johana Moreno Tibaquira
Julieth Saenz


 "En su esencia, el sistema de administración científica implica una total revolución del espíritu de los obreros, una revolución completa en relación con la manera en que ellos contemplan sus deberes frente a su trabajo, frente a sus empleadores. El sistema implica una revolución completa del estado de animo de quienes están en la dirección y si esta evolución del espíritu no es completa por ambas partes, entonces el sistema de administración científica no existe."
(Frederick Winslow Taylor citado por Aktouf, 1998:65).

¿Quién es Frederick Winslow Taylor?



Ingeniero norteamericano que ideó la organización científica del trabajo, nacido en la ciudad de Germantown (Pennsylvania) en 1856 y muerto en Filadelfia en 1915. Procedente de una familia acomodada, Frederick Taylor abandonó sus estudios universitarios de Derecho por un problema en la vista y a partir de 1875 se dedicó a trabajar como obrero en una de las empresas industriales siderúrgicas de Filadelfia.
Su formación y su capacidad personal permitieron a Taylor pasar enseguida a dirigir un taller de maquinaria, donde observó minuciosamente el trabajo de los obreros que se encargaban de cortar los metales. Y fue de esa observación práctica de donde Frederick Taylor extrajo la idea de analizar el trabajo, descomponiéndolo en tareas simples, cronometrarlas estrictamente y exigir a los trabajadores la realización de las tareas necesarias en el tiempo justo.
Este análisis del trabajo permitía, además, organizar las tareas de tal manera que se redujeran al mínimo los tiempos muertos por desplazamientos del trabajador o por cambios de actividad o de herramientas; y establecer un salario a destajo (por pieza producida) en función del tiempo de producción estimado, salario que debía actuar como incentivo para la intensificación del ritmo de trabajo. La tradición quedaba así sustituida por la planificación en los talleres, pasando el control del trabajo de manos de los obreros a los directivos de la empresa y poniendo fin al forcejeo entre trabajadores y empresarios en cuanto a los estándares de productividad.

La obra principal de Taylor se desarrolla al inicio del siglo xx, en medio de una época marcada por la búsqueda de la eficiencia, la racionalidad, la organización del trabajo, la productividad y la ganancia como premisas básicas de las nacientes plantas industriales herederas de los talleres fabriles del siglo xix.
La contribución más importante a la organización del trabajo en la modernidad es desarrollada principalmente por Taylor.  A través de la observación y la experimentación del proceso laboral logra obtener el control del trabajo, que era el principal problema en el ámbito de la producción industrial de principios de siglo xx. Taylor incorpora el cronómetro para analizar los movimientos, separa la ejecución del diseño en el proceso de producción y sugiere la incorporación de un departamento pensante y el establecimiento de una política salarial.

Seguramente las ideas de Taylor al igual que las de muchos otros personajes brillantes en la historia eran algo jóvenes para su época pues tenía una visión correcta de la organización científica del trabajo, sin embargo se podría considerar que sus ideas fueron mal interpretadas, sin tomar en cuenta la verdadera visión con la cual habían sido concebidas por Taylor, A principios del siglo xx, Taylor, en su declaración ante la Comisión del Congreso norteamericano, afirma que los empresarios deben preocuparse mucho más por la calidad de lo que producen y por la felicidad de los empleados que por la rentabilidad financiera, lo cual deja ver claramente las verdaderas intenciones detrás de los estudios de Taylor, los cuales  tenían como fin mejorar gestiones y avances notables en las empresa, rentabilidades a los empresarios pero de igual manera obtener beneficios salariales para el obrero, la perspectiva no era en una sola vía, no obstante  para la época y con el fin de maximizar producción, disminuir tiempos y costos, esta idea fue transformada.



Charles Chaplin en su magistral obra, tiempos modernos representa de una manera excelente lo que para la época de la gran depresión y la revolución industrial había llevado la producción en cadena y también las malas gestiones de parte de muchas compañías de las ideas que recién surgían, a pesar de las malas interpretaciones que se pudieron dar a Taylor después de más de cien años su obra sigue siendo estudiada y llevada ya de una manera más correcta a la práctica. Aunque  en su época Taylor también recibió desaprobación por parte de los empresarios quienes argumentaban que la administración científica atentaba contra la tradición creadora de los obreros, además de propiciar el desempleo lo cual sin duda llevaría a una disminución de la capacidad de consumo pues era directamente proporcional con el empleo.

Pese a  ser bastante censurado la idea de administración científica se expandió por todo el mundo influenciando diversas comunidades, diversos pensamientos y cada quien dando la interpretación que más le parecía adecuada respecto de estas propuestas, sin duda alguna Taylor influyo de una manera considerable una nueva forma de organización más capitalista lo cual respondía a los intereses económicos de la época, la historia nos ha mostrado la vigencia y lo revolucionario de sus ideas las cuales como muchas otras se han encontrado fuera de época tal vez como anteriormente lo dije, a pesar de todo,  el tiempo ha dado a Taylor el lugar que le corresponde al no ser olvidado a más de cien años de su creación “los principios de la administración científica”, por último se puede concluir que muchos pueden estar en acuerdo o desacuerdo con los postulados de Taylor sin embargo no se puede dudar de la importancia y fuerza que representan en la modernidad.






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